Rosario le ofrece ayuda a Francisco Lara y le presenta a su mamá
Emiliano, ahora Francisco, conoce a Raquel y Rosario, pero su presencia en casa despierta suspicacias. Rosario, cautivada por Francisco, le pide que la llame al llegar al hotel, pero la espera se extiende en silencio. Mientras, la Policía se acerca riesgosamente al hotel donde él se hospeda, obligándolo a escapar. La incertidumbre consume a Rosario, quien se mantiene pendiente a una llamada, sin noticias de aquel misterioso hombre que desapareció.
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